Estos son algunos ejemplos de los factores de confiabilidad que se ponen, desde el diseño, en los carteles electrónicos de Indicart:
Las descargas electrostáticas son probablemente la principal causa de averías en equipos electrónicos.
El cuerpo humano cotidianamente se carga de energía eléctrica al estar en contacto con ciertos materiales que sufren rozamientos como la ropa, una silla o una alfombra. Esa energía se descarga naturalmente por la humedad del ambiente o por el calzado sin que nos demos cuenta, aunque a veces se descarga abruptamente al tocar una canilla o el marco de una puerta y nos da un ligero chispazo que puede llegar a ser muy molesto.
El problema es cuando esa energía se descarga sobre un componente electrónico. Esto puede ocurrir si, estando cargados, tocamos el conector o el gabinete de un equipo electrónico desprotegido. Probablemente la descarga sea imperceptible para la persona pero el equipo puede dañarse.
Todos los productos Indicart están protegidos contra descargas electrostáticas. Sobre las líneas de conexión para teclados, interfaces y alimentación hay semiconductores de última generación capaces de absorber instantáneamente descargas que excedan en mucho los valores que son normales según las entidades internacionales de certificación de calidad. Y por otra parte los gabinetes son mayormente metálicos con conexión para descargas y el frente de acrílico está aislado, de manera que las cargas no pueden penetrarlo ni dañar la circuitería.
Las tomas de electricidad no son perfectas. 220 volts (o lo que corresponda a su país) es la tensión que esperamos obtener pero en realidad el voltaje varía. Incluso aparecen picos de tensión de tanto en tanto, sobre todo si sobre el circuito de la toma hay conectado algún artefacto electromecánico como un ascensor. ¡Es normal que una toma dé diez picos de mil voltios por año!
Un buen equipo electrónico tiene que estar protegido contra estos picos de tensión. Los carteles Indicart lo están, y de sobra. Como en el caso anterior, esta protección se consigue con semiconductores de última generación.
Las imperfecciones de la tensión de línea no solo son los picos, a veces el suministro se interrumpe. Si ocurre por solo una fracción o unos pocos segundos apenas notamos un titilar en las lámparas y no nos afecta, pero sí puede afectar el funcionamiento de un equipo electrónico que no está diseñado con esto en mente. En un equipo tal podríamos tener la mala suerte de que el programa deje de funcionar. En el caso de un cartel electrónico esto podría llegar a dañar los LEDs.
En un Indicart es imposible que ocurra. Si la interrupción fuese lo suficientemente larga el mismo circuito que garantiza un arranque confiable resetearía al equipo, es decir, lo re-encendería. Si la interrupción fuese más corta el programa no se suspendería porque está diseñado robustamente y porque el procesador tiene incorporado un sistema "watch-dog" que resetearía el equipo si hiciera falta.
La fuente de alimentación es el circuito que adapta la electricidad de la toma de 220V (o la tensión que se emplee) a la que usa un equipo electrónico. Todas las fuentes comunes usan capacitores electrolíticos de aluminio. La desventaja de este tipo de capacitor es una vida útil menor a la de los demás componentes pero es el único que responde a los requerimientos de esta aplicación.
Para mejorar la durabilidad de un equipo es crítico trabajar sobre los electrolíticos. En los productos Indicart se emplean electrolíticos de larga vida y se diseña de manera de minimizar su desgaste. También se trabaja en especificar responsablemente los demás componentes de las fuentes e incluso se delinean procesos dentro de la fabricación como el reforme de los dieléctricos que en la mayoría de los casos son redundantes pero aportan a una alta confiabilidad.
Así se puede asegurar que, después de años de uso, un Indicart va a funcionar a la perfección mientras otros quizás pidan service a gritos.
Los carteles Indicart usan memorias EEPROM. Este tipo de memoria es capaz de conservar su contenido sin ningún tipo de alimentación. El estado de la tecnología EEPROM está en una etapa de crecimiento, hace unos pocos años no hubiese sido viable usarlas para un cartel electrónico. Lo que se hacía era usar una memoria común y poner una pila para que la alimentase cuando el cartel estuviera apagado.
El problema es que las pilas tienen una vida útil limitada. Las que se usan generalmente son las mismas recargables de las computadoras personales, y su vida útil es de aproximadamente cuatro años. Quien tuvo una PC por más de cuatro años muy probablemente tuvo problemas con el reloj interno de la máquina perdiendo la hora. La misma falla es típica en un cartel con pilas pero se manifiesta con las continuas pérdidas del mensaje.
Seguramente de acá en más los fabricantes solucionarán esta falla típica incorporando tecnología EEPROM. En el caso de pasa-mensajes editables desde teclado lo harán si tienen el compromiso con la confiabilidad de Indicart y trabajan en adaptarla a una aplicación tal con ese único objetivo.
Entre los factores de calidad de los carteles electrónicos, la confiabilidad y la durabilidad tienen un lugar importante, debido a que maximizan el retorno de la inversión, al minimizar los riesgos de fallas y sus costos (desmontaje y vuelta a instalar, días sin contar con el equipo y precio de la reparación si es que la garantía venció) y al maximizar la vida útil del sistema. Para mejorar la confiabilidad y la durabilidad, hay que tener en cuenta, en la etapa de diseño, factores como los expuestos en este texto, calculando cuidadosamente los componentes que se vayan a utilizar y agregando algunos cuando corresponda.
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